HABLEMOS DE LA DEPRESIÓN
Normalmente mis clientes no vienen a mi consulta para que les ayude a superar una depresión. En cierto modo me sorprende porque es uno de los síntomas psicológicos que más se sufre.
La razón por la que no llegan a mi consulta ni a la de mis colegas es porque cuando un médico o el mismo paciente ha llegado a la conclusión de que tiene depresión lo que hace es medicarse con fluoxetina, citalopram, paroxetina, puesto que el paradigma médico prevalente es que la depresión viene por carencias químicas en el cerebro.
Aunque esta puede ser parte de su causa la OMS sigue sugiriendo que se investiguen las causas de esta enfermedad. El doctor Vincent Felitti de San Diego, California ha hecho estudios con pacientes que desmuestran que antes que cualquier estrategia de mejora de los síntomas aparentes de una depresión, como la obesidad mórbida por ejemplo, hay que saber que le ha pasado a los pacientes que ha detonado en un comportamiento inhibidor de la energía vital y psicológica hacia síntomas depresivos, tristeza, nostalgia, falta de energía, apatía, agotamiento mental y físico, tendencias suicidas. Según el doctor Felitti, cuando los pacientes pueden narrar su trauma de la infancia se siente un efecto liberador que potencia la recuperación del estado de ánimo.
En terapia breve estratégica el síntoma de la depresión se enfoca como un síntoma que viene de una renuncia y decepción propia o del entorno. Es algo así como un desencuentro permanente con la realidad, desilusión y sueños rotos. En este enfoque la reestructuración de la percepción se hace desde el presente donde el conjunto de evitaciones progresivas y permanentes que conllevan a la renuncia, evasivas y evitaciones continúas. En este enfoque terapéutico la recuperación consiste en comunicarse con el paciente en su lenguaje y conducirlo de nuevo a llevar las riendas de su vida.